Tocan el timbre.
Bajo las escaleras con mi carpeta de dibujos colgándome del brazo en gancho. Agarro mi bolsa y grito:
"¡Ahí voy!".
Abro la reja, me subo al coche y cierro la puerta detrás de mi...
Así comienza mi día.
Combino un par de palabras tambaleantes con mi amigo Lalo el del volante, puesto que avanzamos por un suelo agresivo; el empedrado de mi cabeza proyectado en el pavimento.
"Hueles como a la cosa que te ponen cuando te dan un masaje"
"Jaja, Qué risa. Entonces huelo a
masaje"
Con esa palabra se suaviza mi mente, simultáneamente Roger aparece entre la neblina de mis pensares matutinos. Tanto hacía desde que le ví la última vez... Y la primera no se olvida tampoco:
Aquel día, en octavo, llegó como sustituto a una clase (siendo nosotros apenas unos cachorros de 13 años) Nos bienvino con una sola pregunta de Gong Samurai:
"What is a WORD?"
Nadie supo responder sin ser refutado. Mucho gusto ironía socrática.
Siete años después y el recuerdo sigue fresco en mi memoria, como fotografía sumergida en un estanque.
Regreso al tiempo presente y me enfoco en los hechos que me circundan, cual polilla atormentada.
Hemos llegado a la casa del techo rojo hundido. Andemo sale de la puerta, esquiva a sus dos pasitas de mascota y se infiltra en el vehículo. El dúo ahora es un trío.
Seguimos un hilo de conversación casual, aunque en nuestros verbos se encuentra entintada sutilmente la sensación de que este paseo no es como cualquier otro. Pero hoy estamos preparados.
NOVENO. Un año después nos volvimos a topar con ese viejito gringo, pero esa vez estuvimos nosotros en clase suya y no al revés. Era su tablero, su juego y su turno.
Algo en él nos causaba una curiosidad miedosa, distinta a la anterior; lo que antes se antojó como ameno se tornó un tanto retador. Era como en las películas, cuando el personaje principal está a punto de descubrir algo malo que le brinda gran poder a la larga.
Entró el
maestro al escenario emanando imposición de índole académica. Movió ligeramente sus labios transformando su boca en una maliciosa mueca que manipuló de nuevo, sólo para sonreirnos con sátira esta vez. Luego comenzó un monólogo que nos amarró desde la primera palabra hasta apretarnos con el nudo de la última.
Al salir no se escuchó más que el silencioso suspiro del viento estirándose sobre el pastizal de amarillos y ocres al reverso de la ventana. Roger iba matizando la sonoridad rítmica de sus pisadas estrechas y firmes al compás de su primera victoria. Todos quedamos atónitos, empapados en suspenso. Nuestra primer clase de Inglés en High School y ya nos había abierto el cerebro a la pubertad, sin piedad, sin vuelta atrás.
"¿Y cuál es la dirección?"
"Creo que ya nos pasamos. Buscamos la 39. A ver: 56, 76, 44, 35, 32... Esta numeración no tiene sentido."
"Cuando menos ya llegamos a las vías del tren. Y yo que debía estar en mi cita con el dermatólogo".
Ay Roger, yo que te debo tantas visitas. Envié tantos mails llenos de promesas sumergidas en cafecitos hipotéticos, pronto, pronto.
"Soon Roger, let's have coffee. I'll be back in Qro for the holidays". Yeah right.
Y tu que cada viernes nos mandabas un recordatorio de tu presencia ciberomnipresente:
"TGIF". Tal y como lo escribías en el pizarrón del Kennedy cada viernes.
"SOTABS". El mejor consejo que me han dado hasta ahora. Have done so far, well... then again... not really :)
Detuvimos a un niñito que pasaba con un yo-yo en la mano. No nos supo decir si íbamos en la dirección correcta, pero a mi me conmovió el intento. Después de varios interrogatorios a civiles y una llamada a la casa de nuestro pronto-a-ser anfitrión, dimos con la susodicha privadita.
Lalo apagó el motor del coche de su madre y apoyamos los tenis en el terrario de grava natural.
Toqué el timbre y cuando se abrió la puerta, entramos sin pensarlo mucho.
Saludamos a la señora tan amable que nos recibió con palabras y miradas tiernas al hogar de nuestro mentor, nuestro maese. Andemo comentó en brevedad sobre la decoración del comedor, Lalo y yo asentimos en coro de positividad estipulada.
Subimos la evolvente arquitectónica que nos llevaría al segundo piso, donde tornamos a la derecha y al último cuarto con la puerta abierta:
Soy Alicia tetrapléjica.
Soy Mustapha Mond en coma.
Soy Julieta fracturada.
Soy Robert Frost en un laberinto borgiano.
Soy Roger Gouran reducido a un bulto de sábanas que fungen como refugio del mundo exterior. Un verdadero oneironauta en sus almohadas vehiculares.
"He doth bestride the narrow
bed Like a Colossus".
Ahí estaba nuestro viejo amigo, envuelto en blanco y cuadros de colores. Abrió poco a poco los párpados como recién nacido, despacito nos reconocimos mutuamente. Era el mismo de siempre pero agotado como nunca. Nos desmoralizamos inevitablemente, pero armarmos fuerza para llevar a cabo la visita sin revelar nuestra derrota interna en demasía.
Al ver esa cara nos volvió todo a la mente. Salieron a superficie millones de recuerdos como sardinas enloquecidas por el danzar de las olas en la arena. Empezamos a recordar en voz alta:
Remember that time you told us something like:"Shakespeare is all about sex. Whether you like it or not."
"Mayden heads... the arrow, the bow. Isn't it beautifully phallic? POOOR EHEMPLOUU: cupid was not just an ordinary naked flying baby you know?"
"Do not use words like
really, go for
truly"
"Think, and above all be concise. It is not about the length, but the strength of your wording".
"Oxymoron, stipulation, denotation, connotation, chiasmus, learn to use these people!".
"Stay out of trees and Bushes!"
"What if one day our beloved friend
Raoul decides to get married with Brad Pitt and Dawson in California? But then he moves his family to Mexico... What then?"
Andemo y yo relatamos sin orden y sin que se nos fuese pedido. Fue lo único que se nos ocurrió hacer; entonces aludimos, reímos, culpamos, agradecimos, atribuimos, suspiramos y le quisimos.
Le dejé un dibujito junto a los miles de vestigios de los alumnos queridos por nuestro Roger. No estoy segura que lo haya alcanzado a ver bien, pero me dijo algo inteligiblemente dulce al respecto.
Esa persona acostada en bolita enfrente de nosotros una vez (durante mis tiempos de universitaria frustrada y perdida en el paradiso perduto) me dio el mejor consejo posible: "If you want to draw, then DRAW! While you can". Aún no lo logro, pero estoy TAN CERCA y sin cigarro todavía. Le respondí algo que me pareció propio aunque inútil e improvisado:
"You are the
Kennedy Roger, you and Peter"
"You're damn right I am"
Bajamos las escaleras reconfortados un poco con el hecho de saber que Roger no había perdido su tan
peculiar sentido del humor. Su esposa nos agradeció la visita regalándonos un "Ustedes son la mejor medicina que se le puede dar".
Al cerrar la puerta a nuestras espaldas Andemo y yo aflojamos la sonrisa y al ver que el dolor era mutuo nos soltamos en un llanto tenue, llorando arpegios. Después de un abrazo firme y un par de segundos de recuperación, retomamos el paso y salimos de vuelta a nuestros respectivos hogares.
Alguna vez nos dijo que uno al nacer, empieza a morir de igual manera. Entonces me gustaría decir que mi querido maestro está naciendo... para quedarse por siempre tatuado en quienes somos, porque fuimos y seremos gracias a el.
The grey-eyed morn smiles on the frowning night,
Chequering the eastern clouds with streaks of light,
And flecked darkness like a drunkard reels
From forth day's path and Titan's fiery wheels:
Now ere the sun advance his burning eye
The day to cheer and night's dank dew to dry...
R&J-Friar Lawrence