lunes, marzo 10, 2008

Agua de Guanábana y una Vida de Historieta



Así fue como de pronto nos encontramos mi amigo Andemo y yo contemplando nuestras agujetas, en el intento de verbalizar las estructuras de pensamiento que nos permitiesen comunicarle ALGO coherente al personaje sentado frente a nosotros. El objetivo era sacarle el mayor jugo y provecho posible a una situación como la nuestra...
Debíamos atinarle con perspicacia bucal y cerebral a aquello que "debe decirse" de acuerdo al manual implícito de "cómo conversar con un caricaturista famoso para dummies" (desgraciadamente no existe tal cosa o cuando menos no en Wikipedia todavía). Estábamos sentados en un sillón sutilmente pequeño (sintiéndonos aún más diminutos nosotros mismos) en la sala del gran Manuel Ahumada (un reconocido y bastante polémico "monero" mexicano junto con Rius, El Fisgón y demás personajes de dicha tropa de señores tan "gráficos"). Un autorretrato suyo aparece a la izquierda, sacado de esp.mexico.com/cartonista/images/ahumada/0000.gif).

¿Cómo diablos nos metimos en eso?
Sencillo: gracias a mi amigo, el señor FSM (Flying Spaghetti Monster) y sus designios no-providenciales en equilibrio con mi libremente azaroso albedrío. Así fue como.
Digamos que estaba Xalli dando un trazo más a su sueño de dibujo en vida; me había costado un ego y medio el mandar un mail a dicho personaje (en vez de TENER EL VALOR de llamarle por teléfono, e ir a la "Comer") pidiéndole una inocente entrevista de estudiante "enapense". Pretendía robarle una probadita a la vida pseudo bohemia que tanto aspiro... realmente fue un debraye de locura pero me funcionó la cosa, puesto que mi mensaje de botella tuvo respuesta de internet casi inmediata. "You've got mail!".

El contacto (cabe mencionar) lo conseguí escarbándole a relaciones amistosas un tanto fosilizadas de mi padre el geofísico, quien convenientemente me mencionó un día durante una de tantas anécdotas de familia en la mesa, que un amigo suyo le había presentado al señor Ahumada hacía no mucho tiempo (vale la pena poner atención a lo que tengan que decir los jefes, de vez en cuando). Fue entonces que contactamos al susodicho conocido y le pedimos los datos de Ahumada.

En fin.
Después de un leve e indirecto intercambio de palabras con el amable monero, fijamos una fecha para el encuentro. Yo, por mi parte jalé a un cómplice de colateral/involuntario sólo por si las moscas: a mi buen amigo Andemo (también pronto.a.ser.estudiante ENAPo).
Arribado el día en mi calendario de helechos, salimos el par de brutos por la calle ojeando una y otra vez el mapa de "Guía Roji" para no perdernos (cosa que NO logramos evitar, pero nos ayudó en algo). Íbamos un poco inquietos por la incertidumbre del aire que nos pegaba en las narices, pero estábamos seguros de que sería un día interesante, independientemente del desenlace.

Dicho y hecho... Ahumada, Manuel El Puerto, bp2.blogger.com/.../s400/Untitled-1.jpg
Tocamos el timbre del edificio tan desgastado tanto por los años como por el México, (me recordó el consultorio de mi pediatra de cuando era todavía una pequeña defeña no extirpada) y consecuentemente se escucharon pasos en aumento decibélico(sic) hasta abrirse la puerta con el clásico tintineo de llaves que conocen su ranura.
Nos recibió Manuel Ahumada, con una expresión cordial pero misteriosa portando una playera negra que decía "Anarquía" cubierto con un saco de caricaturista (no es exclusivo el ropaje, pero me inspiró ese pensar). Vaya primera impresión. Puse cara de niñita perdida y entramos al susodicho espacio creativo, lugar donde se engendraban tantos escenarios pictóricos a diario sin aparente límite imaginativo, sólo físicamente emparedado como cualquier otro depa del DF.

Nos ofrecieron agua y rancheritos y comenzó la aventura como tal.

Se me dificultó recordar o improvisar preguntas o comienzos de oraciones que le dieran hilo a la plática, puesto que se me hacía surreal el momento y me distraía tanta imagen fantástica plasmada por todos lados. Pero poco a poco nos fuimos agarrando confianza conforme iba fluyendo el espeso dulce de guanábana bajo nuestras gargantas de chamacos aventados.
El monero dio un tour por el depa mostrando todo tipo de creaciones completamente inesperadas e influenciadas por sus libros predilectos (entre ellos "El principito") y las canciones de los Beatles.
Fue estupendo el recorrido por su "submarino amarillo", Ahumada nos paseó por las "narraciones" gráficas tanto escultóricas como en pintura y dibujo que cubrían las paredes del lugar.

"Lo que me interesa es contar cuentos"

El señor Ahumada nos iluminó (casi literalmente) con el relato de su experiencia en San Carlos como oyente salido de la facultad de ingeniería (fue alumno de maestros con los que estoy en contacto en la ENAP como Luis Nishizawa e Ignacio Salazar). También nos dio su visión de la actualidad, dijo que era una época difícil para los caricaturistas tanto por las exigencias de la audiencia social como por las limitantes económicas de las editoriales viciosas. Pero fue ciertamente alentador el escuchar que podría yo tener oportunidad como moner@, debido a la escasez de "estrógeno" en dicha categoría laboral :) yupi, supongo.

Platicamos otro poco, mientras hojeamos un muestrario de grabados de distintos tipos en una carpeta estirada de brazo a brazo del sillón. Yo le pregunté sobre la obra que le habían destruido por pronafar contra la religión católica mexicana específicamente (se llama "La patrona", es la imagen de la derecha sacada de www.replica21.com/.../m_ahumada/58_ahumada_1.jpg) y así estiramos un poco más la velada hasta que nos pareció prudente despedirnos y retornar a la realidad previa que todavía nos pertenece. Fue como mirar a un futuro factible pero difuminado en carboncillo ajeno. Salimos Andemo y yo por la misma puerta que entramos pero con un sabor de boca completamente distinto. Es increíble lo que te puede ocasionar un vaso de agua de guanábana en el contexto adecuado.

Como siempre es un gusto compartir experiencias,
Xal