lunes, marzo 10, 2008

Agua de Guanábana y una Vida de Historieta



Así fue como de pronto nos encontramos mi amigo Andemo y yo contemplando nuestras agujetas, en el intento de verbalizar las estructuras de pensamiento que nos permitiesen comunicarle ALGO coherente al personaje sentado frente a nosotros. El objetivo era sacarle el mayor jugo y provecho posible a una situación como la nuestra...
Debíamos atinarle con perspicacia bucal y cerebral a aquello que "debe decirse" de acuerdo al manual implícito de "cómo conversar con un caricaturista famoso para dummies" (desgraciadamente no existe tal cosa o cuando menos no en Wikipedia todavía). Estábamos sentados en un sillón sutilmente pequeño (sintiéndonos aún más diminutos nosotros mismos) en la sala del gran Manuel Ahumada (un reconocido y bastante polémico "monero" mexicano junto con Rius, El Fisgón y demás personajes de dicha tropa de señores tan "gráficos"). Un autorretrato suyo aparece a la izquierda, sacado de esp.mexico.com/cartonista/images/ahumada/0000.gif).

¿Cómo diablos nos metimos en eso?
Sencillo: gracias a mi amigo, el señor FSM (Flying Spaghetti Monster) y sus designios no-providenciales en equilibrio con mi libremente azaroso albedrío. Así fue como.
Digamos que estaba Xalli dando un trazo más a su sueño de dibujo en vida; me había costado un ego y medio el mandar un mail a dicho personaje (en vez de TENER EL VALOR de llamarle por teléfono, e ir a la "Comer") pidiéndole una inocente entrevista de estudiante "enapense". Pretendía robarle una probadita a la vida pseudo bohemia que tanto aspiro... realmente fue un debraye de locura pero me funcionó la cosa, puesto que mi mensaje de botella tuvo respuesta de internet casi inmediata. "You've got mail!".

El contacto (cabe mencionar) lo conseguí escarbándole a relaciones amistosas un tanto fosilizadas de mi padre el geofísico, quien convenientemente me mencionó un día durante una de tantas anécdotas de familia en la mesa, que un amigo suyo le había presentado al señor Ahumada hacía no mucho tiempo (vale la pena poner atención a lo que tengan que decir los jefes, de vez en cuando). Fue entonces que contactamos al susodicho conocido y le pedimos los datos de Ahumada.

En fin.
Después de un leve e indirecto intercambio de palabras con el amable monero, fijamos una fecha para el encuentro. Yo, por mi parte jalé a un cómplice de colateral/involuntario sólo por si las moscas: a mi buen amigo Andemo (también pronto.a.ser.estudiante ENAPo).
Arribado el día en mi calendario de helechos, salimos el par de brutos por la calle ojeando una y otra vez el mapa de "Guía Roji" para no perdernos (cosa que NO logramos evitar, pero nos ayudó en algo). Íbamos un poco inquietos por la incertidumbre del aire que nos pegaba en las narices, pero estábamos seguros de que sería un día interesante, independientemente del desenlace.

Dicho y hecho... Ahumada, Manuel El Puerto, bp2.blogger.com/.../s400/Untitled-1.jpg
Tocamos el timbre del edificio tan desgastado tanto por los años como por el México, (me recordó el consultorio de mi pediatra de cuando era todavía una pequeña defeña no extirpada) y consecuentemente se escucharon pasos en aumento decibélico(sic) hasta abrirse la puerta con el clásico tintineo de llaves que conocen su ranura.
Nos recibió Manuel Ahumada, con una expresión cordial pero misteriosa portando una playera negra que decía "Anarquía" cubierto con un saco de caricaturista (no es exclusivo el ropaje, pero me inspiró ese pensar). Vaya primera impresión. Puse cara de niñita perdida y entramos al susodicho espacio creativo, lugar donde se engendraban tantos escenarios pictóricos a diario sin aparente límite imaginativo, sólo físicamente emparedado como cualquier otro depa del DF.

Nos ofrecieron agua y rancheritos y comenzó la aventura como tal.

Se me dificultó recordar o improvisar preguntas o comienzos de oraciones que le dieran hilo a la plática, puesto que se me hacía surreal el momento y me distraía tanta imagen fantástica plasmada por todos lados. Pero poco a poco nos fuimos agarrando confianza conforme iba fluyendo el espeso dulce de guanábana bajo nuestras gargantas de chamacos aventados.
El monero dio un tour por el depa mostrando todo tipo de creaciones completamente inesperadas e influenciadas por sus libros predilectos (entre ellos "El principito") y las canciones de los Beatles.
Fue estupendo el recorrido por su "submarino amarillo", Ahumada nos paseó por las "narraciones" gráficas tanto escultóricas como en pintura y dibujo que cubrían las paredes del lugar.

"Lo que me interesa es contar cuentos"

El señor Ahumada nos iluminó (casi literalmente) con el relato de su experiencia en San Carlos como oyente salido de la facultad de ingeniería (fue alumno de maestros con los que estoy en contacto en la ENAP como Luis Nishizawa e Ignacio Salazar). También nos dio su visión de la actualidad, dijo que era una época difícil para los caricaturistas tanto por las exigencias de la audiencia social como por las limitantes económicas de las editoriales viciosas. Pero fue ciertamente alentador el escuchar que podría yo tener oportunidad como moner@, debido a la escasez de "estrógeno" en dicha categoría laboral :) yupi, supongo.

Platicamos otro poco, mientras hojeamos un muestrario de grabados de distintos tipos en una carpeta estirada de brazo a brazo del sillón. Yo le pregunté sobre la obra que le habían destruido por pronafar contra la religión católica mexicana específicamente (se llama "La patrona", es la imagen de la derecha sacada de www.replica21.com/.../m_ahumada/58_ahumada_1.jpg) y así estiramos un poco más la velada hasta que nos pareció prudente despedirnos y retornar a la realidad previa que todavía nos pertenece. Fue como mirar a un futuro factible pero difuminado en carboncillo ajeno. Salimos Andemo y yo por la misma puerta que entramos pero con un sabor de boca completamente distinto. Es increíble lo que te puede ocasionar un vaso de agua de guanábana en el contexto adecuado.

Como siempre es un gusto compartir experiencias,
Xal

jueves, enero 17, 2008

Bach sabe a pollo: una cucharada de tu propia medicina

Desde que tengo memoria... he sido víctima de numerosas arrastradas hacia el ámbito clásico-musical de la vida. Los culpables: Mis padres y sus secuaces "cultivados" (me lo imagino como mazorcas transgénicas inyectadas de notas musicales y páginas de "Science").
Lo odiaba, lo detestaba, era un infierno en carne propia. Era preferible comer 3 platos SEGUIDOS de brocoli y espinaca con champiñones (lo sé; un asco) en salsa de moluscos gurgurientos, a tener que tragarme horas de tortura inmóvil frente a tipos longevos con expresión crujiente de quienes viven su propio epitafio al pie de la letra cual motto vital. C'est la vie, such is life...
Cuando uno es pequeño, los momentos adquieren una luz melodramática estirada al imposible; cada minuto cuenta como una eternidad perdida si no es que se pasa trepando árboles o jugando nintendo. Y la renuencia a todo lo "Imperativo" y relativo al poder jurídico/paterno nos emana como el sudor a un tennista saliendo de un partido de 6 sets en muerte súbita.
Sin embargo, puesto en retrospectiva todo aquello "odiado" en ese entonces adquiere un color anacrónico que se torna ciertamente cómico y vale la pena explorar, una vez que caducan los castigos.
Recuerdo perfecto el llegar al teatro, bien vestidita (no hay cosa que deteste más en este mundo) manteniendo una expresión sombría pero cordial; toda una niñita con sonrisa botox pero de placebo...
MENTAL gente! Todo es mental!

-"Saluda a los Pérez... a los Martínez, a los Ocampo, al portero tan cordial y al candelabro regalado por la madre de Maximiliano. Luego das tres triples mortales parada de manos y vas al baño porque no queremos interrumpir la función."
-"Si mami"
(Respuesta casi automática... para ese entonces el enojo ya se había evaporado dejándome convertida en una Xalli muda, entumecida, PURA PORCELANA, añorando el momento de salida que sería la reivindicación para una pobre escuincla de 9 años). Así pasaba a sentarme forzosamente junto con los otros juveniles desafortunados en el Auschwitz auditivo. (Tomando en cuenta a la anomalía de Lele: a freak of nature que probablemente siempre le encontró el lado "bellísimo" al seppuku). Kudasai.
¡Era injusto! Después de todo música es música ¿Por qué coño no mejor me llevaban a un concierto de Blink? O de perdida uno de Kabah (estaba de moda en aquel entonces, perdonen la proyección).

Muy, pero muy irónicamente la gente crece... y los vegetales se vuelven amistosos (en sopa, exceptuando notablemente la presencia de champiñones) y los mariscos se vuelven tragables (con mucha mucha cerveza) y a mi... me terminó gustando la música clásica. Carajo.

Una vez superadas las detestables clases de piano con la rusa esa que implementaba una reglita para flagelar al compás de los errores (Antón, lo siento pero el recuerdo es inevitable, te prometo que la vieja me azotó la bendita tira de plástico en los dedos dos que tres veces, suertudo que a ti no) comienzas a darte cuenta de que tanto Bach como Mozart no pueden ser tan malos; muertos estarán, pero amenos a su manera. Es como una emulsión de Scott de la cual las papilas gustativas logran sobreponerse a la estela de sabor a bacalao, para dejar en deleite al gusto de la lengua con oleadas de cerezas en jarabe viscosito y dulce.

Y es más que nada por esto que involuntariamente disfruté mucho la velada nocturna nada más y nada menos que en el buen "Teatro de la República" al ponerle "ON" a mis oídos junto con muchos otros individuos conocidos para escuchar tocar piano a un miembro de una de mis familias favoritas juriqueñas: los García-Lascurain.
FUERA del sentirme "Pimp" con Nan vendiendo boletos y escupiendo frases como "los baños están al fondo y a la derecha... la función comienza a las 8:30 en punto, son $400 por persona a verdad? No, son sólo $100"
FUERA y DENTRO, la verdad me sentí pimp y punto jajajaja.
Para variar mi padre llegó tarde, con eso del tráfico + Murphy.mala.copa y los Zúñiga... nunca nos favorece la divina providencia, pero en sí el teatro se llenó como barra libre de 50 pesos en San Angel (chiste local SUE).
Pero a lo que voy es que siempre es bonito fomentar distracciones artísticas para las rutinas en las que la gente de todo tipo de clases se sumerge inevitablemente. "Hey man! Hay alternativas para martes en la noche (cachetada con guante blanco) :) Beethoven de entrée y Chopin de postrée (sic) :P sortié!".
Escuchando a Mozart con limpieza en la conciencia; como diría Benedetti (reiterando oldschool en clase de Liliana).

Y qué gusto el de asistir a funciones en las cuales se conoce al individuo puesto en escena, como en este caso Javier G.L.
Simplemente me dio un pequeño déjà vu escuchando al buen Javo "doin' his thang": me acordé de estar en ese mismo lugar 11 años atrás con cara de champiñón, pero recuerdo también el momento en que dije "Hey esto no está tan mal, al menos no me dormí esta vez".
Poco a poco puedes aprender a divertirte encontrando detalles curiosos al observar a der Musiker maniobrar el instrumento tan masivo y tan sutil, como sólo el lo sabe hacer: dedos sobre teclado a rapidez impresionante, como arañas acechando millones de hormigas en un plano cromáticamente limitado a manera visual (bco + ngro) pero que sin embargo en cuestión imaginativa se vuelve infinito el espectro de posibilidades. Es lo de HOY ir a conciertos, ya sean RHCP o la filarmónica; dudes hay que intentar cosas nuevas de vez en cuando.
Cheers mates :) Siempre hay un lado gracioso de aquello que nos parece poopy-ish; yo solía exclamar después de terminar mi sesión musical diaria: "Gracias señor piano, por dejarme tocar sus dientes" (cabe mencionar q tenía 7 años caray!).

"Music, even in situations of the greatest horror, should never be painful to the ear but should flatter and charm it, and thereby always remain music.”
-Mozart

martes, enero 08, 2008

9 individuos... màs un tè










Este es el breve recuento de las increíblemente incoherentes aventuras de un grupo muy extravagante de jóvenes que saben disfrutar de la vida como si fuese un bubulubu salido del horno... del buttcrack.

Preludio-chiste-local terminado, ahora trataremos de que lo siguiente sea inteligible para el resto de los mortales que pretendan saber q fish con el viaje, sin haber ido por mala copas.

Mazunte es un estado mental--> De absorción empírica: u gotta go thur to KNOW thur.
Nos tomó aproximadaMENTE 13 MENTAadas horas de traslado automovilístico para llegar a dicho Nirvana oaxaqueño, no les MIENTo.
Pero por ahí había leído que tanto el trayecto como el destino pueden ser equivalentes en cuanto a grado de importancia que uno les otorgue; ergo disfrutamos de cada hora como si fuese de chocolate, hasta haber agotado todas las canciones existentes en los ipods de Lele y
míos (incluyendo un par de misas para eso del buen karma... con la divina providencia obvio).
Jimena Lele y Xal (3 amiguitos de la infancia de padres científicos UNAM) iban en Lele's Volkswagen-Derby visualizando el entorno como niños en juguetería y diciendo estupideces (hey, adoptamos el rol poca madre). Comimos mole y cecina enchilada con TÈ en un restaurancillo de traileros Oaxaqueños, rolando galletas de maple de vez en cuando.
Pasaron los postes de luz, cambió el color del suelo como 80 veces, pasamos casetas, árboles caídos, incendios forestales, deslaves asesinos e innumerables "reductores de velocidad" en la carretera aparentemente perpetua debajo de nuestras llantas (parecía como si estuviéramos atrapados en un juego de nintendo de coches: iban incrementando las dificultades con las que nos encontrábamos en el pavimento). Aumentó simultáneamente nuestro pánico por no tener ni la más remota idea de dónde estábamos hasta que:

"Disculpen vos podéis llevarnos a Mazunte?"

Recogimos a dos entes Argentinos con los que nos topamos de golpe (y casi atropellamos), lo cual fue algo inteligente porque su sabiduría geográfica de la región era m
ás amplia que la nuestra (irónicamente) y ellos portaban LA actitud de “guía roji”. Sin embargo, la gracia del señor (del puesto de al lado) nos iluminó y Lele reconoció a la tropa de defeños con quienes debíamos encontrarnos ya en la playa, que curiosamente caminaban por la misma calle en el mismo lugar en el mismo canal que nosotros en ese mismo momento. Qué pedo.

“Kiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiim!!!!!!!!!!!!!!”

Gritamos como locos de estadio, pero no nos parecía reconocer mi amiga ciega… luego bajamos las ventanas (duh!) e intentamos nuevamente con más intensidad, por lo que los Argentinos prefirieron despedirse en ese momento y correr por sus vidas. Nosotros optamos por bajamos a saludar a los compinches aventureros que se habían venido (:s) en camión previamente.
Cenamos en una especie de fondita de carpa con vista a… la calle en donde amablemente fuimos servidos Tlayudas de Tasajo (or lack thereof-casi no tenían carne) y chelas. Así fue hibridizamos nuestra tropa (los queretanos) con aquella del D.F. y consecuentemente nos presentaron a Mariana (Pips), Talía (Tal), Thalía (pelos) y Sergio a.k.a. “tennis” (no es que tenga cara de calzado, simplemente practica el deporte). También estaba el buen Pana, pero no Moto porque aparentemente Pips lo espantó de primera impresión al platicar con él y tuvo que huir a Oaxaca en búsqueda nostálgica del viaje al que no asistió con nosotros en doceavo. Seguro se encontró con Cuzco-Margarito y aprendió que no son “pirámides” aquellas, sino “estructuras piramidales pero sin terminación en punta!!!”.

Anywhoo: Estacionamos el coche junto a un establecimiento improvisado de jugos adyacente a una callecita clandestina llena de gallinas y perros “strassehund” y seguimos a los compas rumbo al camp en la playa.

Oh si la arena, oh si el mar EL MAR!! Oh si el español sexy que nos estaba rentando un espacio debajo de una palapa llena de hamacas y dibujos extravagantes de monitos folclóricos en una manta decorativa.
Posicioné mi hermoso balón en la superficie irregularmente arenosa le dimos comienzo a una cascarita de Andrea Bocceli versus Ray Charles meets S
tevie Wonder (en la noche no se puede VER mucho de lo que se hace) con dos que tres anexados que aparecieron de la nada y a quienes no conocimos más que de voz y patada voladora en la penumbra (salimos levemente cicatrizados).

Luego intentamos jugar "Kings", pero se hizo medio tediosa la monotonía de la reglamentación; la mayoría de las cartas implicaban el que sólo Kim chupase (y luego tomase jaja NOT) sniff sniff. No es que hubiera querido tomar más yo personalmente, el VINO suele tener efectos negativos en mi persona (como eso de regurgitar en almohadas de pianistas) por lo que mantuve escaso el nivel de etanol en la sangre.

Corrimos fuera de alcohol (we ran out of booze), lo cual provocó que las Talías y tennis tuvieran que pepenar decadencias en las lejanías del pueblo. Trajeron de regreso mezcal, jugo y vodka (quizá ordeñaron magueyES) para seguirle a la fiesta de bienvenida. Nos acostamos viendo las estrellas con nuestro amplio conocer de fenómenos astronómicos “mira ahí tan los tres reyes magos”, “ese es Venus… not porque se mueve… creo que es un avión o quizá un satélite de SKY”.

Yo estaba cansada ergo me metí a la tienda y cerré los ojos…

SÓLO para ser despertada súbitamente por el caer de una MALA COPA en la jeta. Así es, Thalía-pelos había agarrado una jarra impresionante y decidió que no era necesario abrir y meterse a la tienda para dormir EN ella. Fue gloriosamente onomatopéyica su caída en que mi nariz y eso no fue todo; a los demás les había aventado arena en los ojos, según cuentan las malas lenguas. Tuve que salir y dormir en una hamaca con Jimena al lado.

Sin Despertar ni bajar de esta estrella fugaz…

Al día siguiente desayunamos chilaquiles en el pueblo para curarle los males a Pelos (beeyotch) y regresamos a la playa a tirarnos y disfrutar del sol y la NO tarea.
Me puse quinientos litros de bloqueador solar, gorrito salvador (eso de ser milky y pecosa no ayuda) y luego echamos otra cascarita con sillas de porterías. Fuimos perdiendo jugadores conforme se iban agotando o lesionando (Jimena se rompió una uña, mi más sincero pésame para la descalcificada). Luego para des-salinizarnos nadamo
s en el salado mar tan lleno de peces que cagan, mean y cogen en el mismo (vaya manera de cuidar a tu entorno). Yuck. Nos violó el pedazo de acuífero hidro-presente; fuimos revolcados varias veces por las olas para la apreciación de los quesos suizos (Pana y Kim) que nos observaban desde las lejanías “leyendo”.

And theeeeeeen nos tomamos fotos como en Baywatch/Sports Illustrated y creo que excitamos a un wey en tanga que pasaba por nuestros rumbos en plena sesión jijiji “too sexy for your thong” NOT.
Consecuentemente visitamos “punta cometa” a pata, cruzando el cerro para ver el atardecer. Insultamos a los crustáceos inadvertidos “Mira Leleeee es una cangreburger móvil” y luego me torné en contra de el mismo Lele “Lele huele a… pezón!!!” (pez grandote). Pips también tuvo su día: se tropezó y rodó por el cerro como de película exagerada, se dañó el BUTTCRACK seriamente en aspectos de psicología funcional y estética. De asterisco a signo de exclamación.

Cenamos en una pizzería de pueblo escuchando “Rhythms del mundo” y esperando horas para ser atendidos (las fotos comprueban el estado de desesperación y hambre de todos) pero valió la pena.

Esa noche nos tocó a los queretanos pichar el booze (tequila barato como era debido y para variarle al Garmarito). Por lo que abrimos la tella con dos extranjeros con quienes habíamos socializado previamente: una australiana de padres uruguayos super fit, (“Oye bailas algo de casualidad? Así como PILATES?... maldita”) varios israelís medio rastafari pero atractivos y finalmente con ENRICOOOO.

Descripción de dicho personaje inadecuado e incidental:

Enrico era un dude en viaje prolongado. Mota. Porro en mano, de pelo chino claro y ojos azules. Cagadísimo el wey, socializó con Jimena (siendo la única que “parlava” italiano) pero terminó dado al queso por las tapitas que nos echamos y evolucionó en un ser ciertamente “insinuoso”. De hecho terminé siendo perseguida por el "prosciutto" arrastrándome por la arena hasta que me metí a la tienda y caí dormida (vaya manera de perder: “Texas chainsaw massacre gone penne a la puttanesca”).
Pips no vendió piñas, de hecho se convirtió en una zoo-pedófila lésbica (se enamoró de una cachorrita del dueño del lugar) a la cual le propuso matrimonio sin anillo... go figure.

Salió el sol, como lo suele hacer en las mañanas y me despertó una suiza intensa exclamando a los 4 vientos "HOLA MAÑANA (not) vamos a ver a las tortussss". Aparentemente en plena noche se habían prendido las bocinas de pila en la tienda (no me percaté) y Thalis creyó que su celular se había poseído... vaya noche.
En fin, nos pseudo vestimos (seguro traía la ropa al revés en la crudez de mi estado de Qro) y nos trepamos a la lancha llamada "Karen II" (la secuela se debía a cuestiones de copyright, me explicó el lanchero) y en pleno mar abierto quedamos con la boca hasta igual al ver al "capi" aventarse en caída-pose de lucha libre contra una pobre tortuga.civil.despistada e indefensa. Equis, así es la vida según Darwin (not) ergo nos echamos a nuestra manera (cual teenage mutant ninja turtles) para convivir con la capturada. Fraternizamos seriamente: la tortu echaba agua en un baile exótico, nos "zangoloteó"en aletazos que nosotros tomamos como hi-fives acuáticos o más bien ataques agresivos en contra de Talía la paparazzi (quien tomaba fotos con su cámara.AGUAnta.agua) lero lero.

And theeeeen Esnorkeleamos por una playa de nudistas que ciertamente llamaron la atención de Lele, quien gritaba "CHICHISSSSSS!!!!" (apuntando como niño que acaba de aprender el uso de la palabra).
Jimena nos deleitó con un poco de su sabiduría de bióloga con corales y demás pececillos hediondos y yo traté de distraerme un poco con la marea, el mar... me estaba mareando cañón.
Cantamos en el bote "A whole new world" y visitamos una piedra blanqueada por años y años de "guano" de gaviota (sip, blanquita de kk).
Al regresar inauguramos el "TUNA FEST" (habíamos comprado atún enlatado en cantidades monstruosas, por lo que estipulamos en acabarlo TODO a lo medieval en dicho día, festejando la acción. Mayo, limón, salsa búfalo, galletas saladas y BUBULUBU de postre:

No vuelvo a comer atún en dos años... Jesus.

En la tarde nos despedimos del buen panini que debía regresar a la realidad (DF) y luego trepamos el monte. Para Lele fue una penitencia de peregrinación; alguien le robó las chanclas en plena jeta de los demás (nadie reaccionó a pesar de lo burdo de la hazaña) y tuvo que andar descalzo, lo cual fue gracioso porque la gente que pasaba exclamaba cosas como "Did u c that? He wasn't wearing any shoes!!".
Nos bañamos en un jacuzzi natural con piedras resbalosas y peces que nos daba hickies en las heridas y dolía como el demonio. Luego regresamos y dormimos temprano y sin alcohol, observando un show de bailes extravagantes con espadas (árabes) y luego otro de bolas de fuego que casi queman los sleepings de Tenis y las Talías.

Despertamos temprano y en reivindicación de nuestro mal comportamiento previo salimos a correr por la playa en grupo de deportistas pausados. Corrimos y corrimos y saltamos sardinas enloquecidas que quedaban revolcándose como en epilepsia al ser involuntariamente depositadas por las olas. Alguien había robado mi balón de fut y yo estaba triste.
Desayunamos los restos de granola y lechita, nos prestaron un balón y jugamos volley "encalcetinados" (fue la solución para contrarrestar el efecto de BURN YOUR FEET del sol en la arena a medio día). Lele en una movida súbita de rescate de balón se jodió la rodilla for real... (todavía camina como zombie el pobre). Éramos los "champis de Pochutla" contra los "otros", jeje, pero les ganamos con facilidad elaborando jugadas improvisadas por gente que no tiene una idea de cómo se hace la cosa.

Luego empacamos, nos despedimos de los extranjeros sensuales y partimos a Pochutla. Comimos en 6 de enero en una fonda muy típica (Mx) y platicamos de lo orgullosos que estamos de pertenecer a dicha cultura y de lo padre que estuvo el viaje, recapitulamos añorando el pasado inmediato :) Luego se fueron los defeños en camión en la estación de al lado sniff sniff y nos quedamos solamente Lele, Jimena, TENNIS (se nos pegó el buenísima copa) y yo: para seguirle al regreso costa/puebleando.


CONCLUSIÓN... not
No teníamos idea de dónde íbamos a dormir o cómo (mínimo nos quedamos con la tienda de camp por si las flies) por lo que designamos una ruta en la guía salvadoramente roja y ANDANDO!!!
Habíamos conseguido una rosquita de reyes para festejar en uno de los pueblos, por lo que nos paramos en una gasolinera y brindamos con leche de vainilla y café de maquinita en honor a las estrellas y la rodilla fregada de Lele (me tocó el monito maldita sea, equis presto ksa para los tamales jijiji). De ahí tuve que tomar el volante porque Lele de plano estaba agonizando el pobre.
Manejamos mucho mucho mucho por caminos llenos de topes, tlacuaches en cámara lenta, toros, palmeras y demás... hasta que topamos con LAGUNA jajaja.
Literal, parecía de pueblo fantasma con hamacas casi de telaraña y una cabaña que leía "U GONNA DIE" jaja no es verdad.
Estábamos en vísperas de decidir un retorno seguro cuando de pronto nos topamos con un ñor y su MEGA MACHETE colgado del hombro que hablaba una jerga difícil de descifrar. Nos invitó a su casa por té y muerTÉ, pero optamos por huir amable y rápidamente. GZUS CHRIST ON A BICYCLE WRAPPED IN A WAFFLE.
Manejé como si no hubiera un mañana; lo juro, mis piernas sacaron energía no sé de dónde y llegamos finalmente y sin descanso a ACAPULCO.
Estábamos tan exhaustos y llenos de arena en los poros que crasheamos a las 6am sin haber cerrado un ojo en plena playa. Así es, sacamos sleepings y como clandestinos nos echamos enfrente de un hotel, alejándonos de un lanchero que pretendía reclamar algo (¿?) o algo así.

... ... ... ...

Fuimos despertados por gritos de unos huéspedes que escupían incoherencia y media "QUIERO DROOOGAS y QUIERO A ESA &%$%" (obvio se referían a Jimena). Yo me paré y en urgencia fisiológica me infiltré en el mentado hotel como de espía, evitando a los conserjes e intendentes vigilantes. Hice catarsis por todos los días que no había utilizado el "number 2" por asco al baño-playa de Mazunte= salí como Xalli nueva por la puerta principal mientras me observaban los cuadros inéditos.
Luego partimos hacia MX, pagamos millones de casetas y desayunamos cosas que compramos en una comercial mexicana. Tennis era el DJ e hizo una magnífica labor mientras decidíamos el siguiente punto a visitar.
Pasando por Cuernavaca, recogimos a mi primer amiga en el mundo: María, una chamaca increíble que estudia genómicas (Lele se moría por intercambiar conocimientos con ella desde hace tiempo). Fue ella quien nos guió hacia la tierra de las tepoznieves.
Comimos en el mercado tlacoyos demás cosas deliciosas y visitamos el convento viendo el Tepozteco desde las lejanías. Luego regresamos a usar el baño de la "casita" de mi amiga María (thank Gzus) y le pusimos ungüentos a la herida de Lele en la fuente.

LLEGAMOS A MÉXICO

Nos lo podíamos creer... crasheamos en depa LELE, llegaron por Tennis y por fin se acabó la aventura... MAGNÍFICO.

Desayunamos pan, huevo MÁS UN TÉ de manzana (y lele más adelante pidió un Sub de ATÚN el masoquista). Pero anywhoo... quise compartir mi visión de la travesía porque hay viajes que se te tatúan en la piel como una quemadura de sol a medio día en el Sahara. Esos viajes mutan en memorias aúreas, puesto que son vívidos y vividos en todo su esplendor--> a veces los detallitos atrapados en el proceso de una cosa a otra se vuelven efímeros, pero NEVERTHELESS TOOOODO cuenta. Espero que para la próxima nos acompañen más, los dejo con una cita que me fascina:

“No one imagines that a symphony is supposed to improve in quality as it goes along, or that the whole object of playing it is to reach the finale. The point of music is discovered in every moment of playing and listening to it. It is the same, I feel, with the greater part of our lives, and if we are unduly absorbed in improving them we may forget altogether to live them.”
- Alan Watts