viernes, junio 18, 2010

De la Patada (en buenos términos)

Hacía años luz que no pateaba un balón... bueno quizá para regresarlo a algún juego ajeno en respuesta física a un "bolita por favor" o si se me hubiese cruzado en el camino (a lo cual vendrían a mi cabeza millones de flashbacks de la prepa con sabor extra-nostálgico y probablemente me hubieran dado ganas de llorar en pleno cruce de terreno baldío), pero mejor pongámoslo así; hacía un BUEN de tiempo que no jugaba un partido de fútbol como es debido.
Resulta que se decidió hacer un reencuentro tipo Magneto pero del equipo de las ex-kennedy contra las que ahora portan la camiseta actualizada de dicha escuela... esto de la fiebre del mundial se expande hacia todas partes y no deja de encantarme.
Me llegó la invitación por Facebook al partido "kennedys vs ex-kennedys" hace unos días y no pude ocultar mi felicidad absoluta ante dicho anuncio. Chequé mi agenda (absolutamente vacía) y sonreí groseramente mientras buscaba mis tacos viejos y oxidados y mis espinilleras de cuando tenía 18 años...

Llegando la fecha indicada me presenté ante la reja tan azul de mi ex escuela con el uniforme y todo (lo cual me había costado mucho encontrar, puesto que ahora mis cosas se han exiliado al cuartito-bodega del piso de abajo... ya que "ya no vivo" en mi casa según el idiota de mi hermano) para lo cual me abrió un guardia excesivamente agradable (he llegado a considerar que la restante bondad de la humanidad se concentra exclusivamente en provincia, puesto que debo admitir que me he acostumbrado a los malos tratos de la gente capitalina). El buen guardia me deseó buena suerte y me dirigí a la verdísima cancha de fut que con tanto cariño guarda memorias increíbles de aquellas épocas mías: de cuando el mundo no me mostraba sus horrendos... colmillos todavía.

Llevaba calcetas largas y una bebida deportiva que tuve que comprar en el "Otzo" porque me he dado cuenta de que ya no se guardan botellas de agua en casa, desde que dejamos de hacer deporte con regularidad (sniff sniff a las 3 horas de tennis y/o 2 de fut diarias de toda mi juventud). Ahora mi hermano sólo va al gym para ponerse trunks-hulk-ish para cuando llegue el apocalipsis y nos ataquen los narcos y consecuentemente los mate a golpes (según su muy divertida teoría de salvación).

Reconocí algunas caras, puesto que ya somos varias generaciones las que nos hemos graduado desde el 2006, saludé y empezamos a calentar. Pero los coaches de siempre seguían ahí; Lalo, Soria, Ray, Miss Myriam y hasta Lanch nos habían ido a apoyar! De hecho Lalo se vio solidario y se ocupó de alinearnos y darnos tips de apoyo moral ante nuestra decrepitud e ineficiencia física.

Empezó el partido. OUCH! Hacía épocas geológicas enteras que no tenía que correr como si mi vida dependiera de ello. Ahora respeto más a las gacelas de Nat Geo y a la maldita selección mexicana... pta madre sentía que tenía anclas en los tobillos.

No daba ni una, mis pases eran demasiado cortos y el balón se sentía como de acero inoxidable forjado con plomo y relleno de una bola de boliche... mis pies pedían piedad ante el esfuerzo repentino que les estaba exigiendo. Ya nadie me quería pasar la bola a esta abuela pedazo de lela jeje. Sin embargo, Carlita y Lili siguen jugando en el equipo del TEC y vaya que mostraron que no se iban a dejar vencer tan fácilmente! Pararon como 70 llegadas del equipo juvenil sin pensarlo mucho. Ver dicho entusiasmo en algunas integrantes de mi propio equipo me elevó los ánimos en crescendo y finalmente logré elevar mi ritmo a un nivel respetable y empecé a driblar con coherencia futbolística.
Era la gloria reivindicada! Enhorabuena! Tomé consciencia de mis instintos olvidando mi mente racional y me dejé llevar por la intuición del momento que tanto me hacía casi desmayarme por el esfuerzo en cada partido, ya fuese de tennis o fútbol. El sudor se convirtió en vestigio de algo hermoso y salino refrescando mi cara, el viento nos acariciaba las frentes como susurrando "sí se puede, sólo diviértete". Vaya que extrañaba ver a mis padres en la tribuna gritando como si realmente fuera importante lo que estaba pasando dentro del perímetro de pasto... ahora entiendo la importancia del juego fuera de las clases teóricas de Schiller; es SERIO esto del fútbol.

Hubo tiempo de tomar agua entre los 45 minutos de cada sesión (estamos ruquitas y necesitamos hidratarnos con regularidad, peor que planta de jungla) y mis pies empezaban a sentir el dolor de unas horrendas y nacientes ampollas en las plantas... pero todo lo valía.

Jugamos el segundo tiempo y parecía que seríamos acribilladas por el tierno (de juventud) equipo antagónico, ya que llegaron otras 24,000 veces a nuestra portería, sólo para ser rechazadas por la diosa de portera que teníamos; Lilí es mi ídola.
Pero en una de esas se despejó un balón incógnito y bien dirigido hacia Ada, nuestra delantera estrella, quien en vez de mandarlo a los cielos (como lo suele hacer por potencia de chutazo que tiene la condenada) lo metió a la portería... casual y así llevábamos la ventaja en el marcador.
Inesperadamente...
Yo tuve 2 que 3 oportunidades, pero la verdad creo que di mejores pases que trallazos... mis piernas ya no aguantan tanto. Pero la labor de esquivar monigotas (porque HOLY CRAB están ENORMES estas chicas! parece que las nuevas generaciones le entran con singular alegría a la carne de McD's con extra-hormonas de todo tipo) la hice con eficacia y sutileza, de hecho me eché unas recepciones de balones mandados hasta la ionósfera que caían en mis taquitos con buen toque y hasta Soria me regañó por no cagarla en eso :). Ergo, por esfuercitos por el estilo fue que empezamos a llegar más a su portería, contrarrestando el resto del partido que parecía más bien un "gol-para" en nuestra contra jejeje.

Y FINITO! Sonó el silbato del árbitro y se dio por terminada la cosa.... muertas estábamos pero victoriosas! y nos tenían Pizza para celebrar en las banquitas :) ya se me había olvidado lo divertido que era pertenecer a un equipo así, en medio de los cerros queretanos, nuestro propio oasis lúdico cuasi onírico. Otro lindo recuerdo para la colección. Gracias niñas!